Mientras creas que tu valía depende del juicio de otro, no podrás destapar tu verdadero potencial.

En muchas etapas de mi vida he sentido la obsesión de saber qué impresión tenían ciertas personas sobre mí. Era como una necesidad saber que había gente que aprobaba mi comportamiento, que era bueno en lo que hacía o que sobresalía en algo.

¡¡Y por mucho que le doy vueltas no puedo evitar pensar que para muchas cosas esto es bueno!! Escuchar lo que la gente ve de tu trabajo, qué comportamiento o forma de actuar debes modificar, lo considero de forma positiva, ya que esto nos ayuda muchas veces a dar un paso más, a esforzarnos un rato más, a buscar otra alternativa para conseguir algo, o simplemente cambiar el rumbo. Pero lo malo, lo malo es pensar que estas personas que no son tú te indiquen donde están tus límites o cuál es tu umbral de competencia. Y esto sí que lo valoro muy negativamente, realmente me entristece, porque precisamente esas personas no son TU, TU eres el único que decide donde te vas a parar, cuando vas a hacer el último intento o que limite estás dispuesto o no a superar.

Así que por favor no delegues esta responsabilidad en otros; que nadie te diga donde o cuál es tu techo, dite y dile con tus HECHOS que esta decisión es solo tuya.

Por cierto ¿Cuál es tu potencial?