Gran frase de motivación, y también muy peligrosa.
En los últimos años he leído y vivido muchas situaciones en las que me he tenido que decir estas palabras!! Y era alentador cuando me las decía, pero no cuando tocaba llevar a cabo la acción.
Cada propuesta que me hacía venia con una excusa preparada para no ejecutarla cuando se acercaba el momento, así que poco a poco empecé a decirme, vamos no te falles, vamos levántate y entrena, vamos acaba el capítulo, vamos vete a ese seminario, vamos haz esa llamada que no te apetece …
Poco a poco me di cuenta de que me estaba enfrentando a mí mismo, y con el Paso del tiempo aprendí a saber que lo que estaba haciendo era vencerme a mí mismo; y entonces y solo entonces es cuando empecé a creer en mí.
Es una sensación increíble a la que estoy intentado volverme adicto, porque también me he dado cuenta de que soy un gran contrincante, se me da muy bien ponerme buenas excusas para no hacer lo que debo.
Confío en mi cada vez que soy capaz de vencerme.
Por cierto… ¿Confías en ti mismo?